Texto extraído de la siguiente
publicación:
CODESEIRA DEL CASTILLO, Celia.
Iglesia San Benjamín. Arte e historia en el patrimonio monumental platense.
Buenos Aires, Armerías, 2009.
ISBN 978-987-1480-15-9
BIOGRAFÍAS
Doña Jacoba Ramiro de del Castillo[1]
(1843-1889) Profunda cristiana, se dedicó, como
todas las mujeres de su época, exclusivamente
a la educación de sus diez hijos y a
las obras de caridad.
Era hija del general Joaquín María Ramiro,[2]guerrero
de la independencia, secretario ayudante
del general don José de San Martín. A los 18 años comenzó su carrera militar como soldado en el
batallón de Cazadores de los Andes, participando en Cancha Rayada y la batalla
de Maipú. Al año siguiente cruzó nuevamente la Cordillera integrando el
regimiento de Cazadores a Caballo, en el cual recibió los despachos de
Subteniente, otorgados personalmente por San Martín en Mendoza[3]
Perteneció a la Logia Asilo del Litoral nº 18[4]
nacida por una idea del presidente
Santiago Derqui y concretada por su edecán, en ese entonces, coronel Ramiro. Un
diploma testimoniaba que había sido iniciado en 1819 en la Logia del Ejército
de los Andes cuyo presidente fue el Libertador.
Un año después se produjo la sublevación de Mendizábal en San Juan y
Ramiro intercedió ante su tío el coronel Pedro José Campos, para que
reconociera la separación de esa provincia de la Intendencia de Cuyo. Con la
participación de Campos se logró la subdivisión de la antigua intendencia en
las provincias de Mendoza, San Juan y San Luis.
Integró el Escuadrón de Húsares al servicio del gobierno mendocino y
luchó contra los indios. También formó
parte de las fuerzas nacionales durante la Guerra con el Brasil. En 1829 el
gobernador Viamonte le otorga los despachos de sargento mayor y en 1830 el
gobernador delegado Juan Ramón Balcarce
lo asciende a teniente coronel graduado operando con ese grado en la
campaña de 183l contra el general Paz, a las órdenes del propio gobernador
Balcarce. Éste lo nombra en 1833 comandante del primer batallón del cuerpo
Patricios de Buenos Aires, pasando luego al cuerpo Restauradores. Fue edecán de Rosas y del gobernador de la
provincia de Santa Fe, don Estanislao López. “A partir de 1839 y en calidad de
habilitado, prestó servicios en la Contaduría de la Provincia de Buenos Aires,
repartición de la que era responsable Juan J. de Urquiza, hermano de Brigadier
General.”[5] Participó del sitio de Montevideo entre los
años 1843 y 1851. Luego de la
capitulación de Oribe, Urquiza[6] lo
destinó al sitio de Buenos Aires y 1853 le confió la misión de representarlo,
junto con los doctores Vicente Fidel López y Francisco Pico, en las
negociaciones con los porteños logrando el levantamiento del sitio y el retiro
de Urquiza a la provincia de Entre Ríos. Fue elegido diputado a la legislatura bonaerense
ese mismo año. En el período de 1858-60 fue diputado al Congreso de la
Confederación por Mendoza. Presidió el tribunal que juzgó a los asesinos del
gobernador de San Juan, general Nazario
Benavides. En 1860 al hacerse cargo del
gobierno de la Confederación el doctor Santiago
Derqui, lo designa su edecán siendo así el cuarto gobernante que lo
llama para desempeñar esas funciones de confianza y responsabilidad. Después de la renuncia del presidente pasó a
desempeñarse como Capitán del Puerto de Paraná y desde ese cargo fue el
responsable de aseguran el tránsito normal de los convoyes que conducían tropas
y armas durante la Guerra de la Triple Alianza.
Jacoba era nieta del Dr. Francisco
de Paula Ramiro (Francisco Ramiro) médico español que llegó a Buenos Aires,
a fines del siglo XVIII. Tuvo actuación
como cirujano en las Invasiones Inglesas de 1806 y 1807, en la Revolución de
Mayo de 1810 y en las guerras de la Independencia en 1816. Figuró integrando el cuerpo de Cirugía como
Practicante Mayor en 1806. Luego fue
designado cirujano del Cuerpo de Voluntarios Andaluces, que unido al de
Montañeses pasaron a formar el Regimiento de Patricios. Revistó como Cirujano y abanderado oficial
por la Primera Junta de Gobierno, el 1º de septiembre de 1810. En 1811 solicitó la baja por razones de edad y
salud. Pero a fines del año siguiente se
requirieron sus servicios en la campaña de don Manuel Belgrano. Se alejó del Ejército, estableciéndose en
Córdoba, porque sufría una fractura de
hombro.
Por otro lado, la madre de
Jacoba, fue Jacoba de Alagón de Ramiro, nacida en 1818. Era hija
de Francisca Muriel y del doctor Juan de
Alagón, nacido en Buenos Aires en 1761. Después de la revolución del 5 y 6 de
abril de 1811, se incorporó a la Junta
Grande acompañando al presidente don Cornelio Saavedra. Ejerció accidentalmente
las Secretarías de guerra y gobierno, siendo después alcalde de primer voto en
el Cabildo de Buenos Aires, miembro de la Junta de Observación, habilitado
pagador del ejército del Perú. En Una calle de la provincia de Buenos Aires
lleva su nombre. En 1821 presidió la Junta de Representantes de Buenos Aires y
del Crédito Publico y Constituyente del año 26.
En 1832 adquirió un campo en la zona de lo que hoy es Ciudad Jardín
Lomas del Palomar y lo dio luego en
permuta a don Luis Saavedra.
Jacoba de Alagón de Ramiro acompañó a su marido a lo largo de su
accidentada actuación posterior, viviendo alternativamente en Buenos Aires,
Montevideo, Paraná y Gualeguaychú dejando en todas partes un recuerdo grato por
su espiritualidad y distinción. Falleció en Gualeguaychú el 14 de febrero de
1858 y sus restos fueron inhumados en el desaparecido cementerio parroquial.
Don Benjamín Dolores del Castillo
(1841-1927) era hijo del Contador don Vicente del Castillo que fuera
ministro secretario de los gobernadores Sola y Barrenechea, gobernador delegado
del coronel Vicente Zapata, diputado a
la Legislatura provincial y fue el ultimo Ministro de Hacienda de la
Confederación Argentina durante la presidencia del doctor Santiago Derqui. Era
nieto de don Celedonio del Castillo, gobernador de los “Siete pueblos de
Misiones” a los que defendió frente a la invasión lusitana y administrador de rentas durante la
gobernación del Coronel Lucio Mansilla, en Entre Ríos. Fue Ministro General del gobernador Juan
León Sola, Ministro de Hacienda del
gobernador Vicente Zapata y Ministro Secretario durante la segunda gobernación
de Sola. También fue Ministro Secretario de Gobierno del gobernador Pedro
Barrenechea. Entre 1830 y 1837 fue Secretario Interino del Honorable Congreso
Entrerriano. En 1832 formó parte del gobierno de Pascual Echagüe., como
Secretario Interino, cargo que ejerció en dos oportunidades.
Dejamos atrás la historia familiar y pasamos a describir la actuación
pública de don Benjamín del Castillo, el fundador de la Iglesia. Acompaño al
Dr. Dardo Rocha en la colocación de la piedra fundamental de La Plata junto con
el Ministro de Relaciones Exteriores Dr. Victorino de la Plaza, el ex
presidente Domingo Faustino Sarmiento, el presidente de la Suprema Corte, el
ministro Benjamín Victorica, el historiador Manuel Trilles, el senador nacional
Adolfo Miranda Naón entre otras personalidades.
Fue presidente de la
Municipalidad de esa ciudad, diputado a la Legislatura de Buenos Aires cargo
desde el cual promovió diversas iniciativas. Fue un pionero colonizador de las
provincias de Buenos Aires y Entre Ríos.
Cuando tenía 48 años, en el actual
partido de Tres Arroyos[7],
fundó la Colonia del Castillo, más precisamente en sus campos,
denominados Micaela Cascallares[8]. Del
Castillo había comprado 20938 hectáreas
para crear un centro agrícola de acuerdo a la Ley 1969. El agrimensor Juan B.
Rivera fue el encargado de trazar el plano[9],
diseñó un pueblo de 32 manzanas y veinticuatro quintas, reservando una manzana
para edificios públicos, 5 hectáreas para la Policía, y otra igual para
escuelas, “pero no llegó a concretarse trasladando el proyecto algo más al
noreste cuando el gobierno aprobó los planos del ferrocarril para crear una
estación de enlace entre Tres Arroyos e Ingeniero White”[10]. Finalmente el plano de la Colonia, que
incluye las bases para la venta de chacras, comprende 381 chacras regulares de
51 hectáreas cuadradas y 55 áreas.
Muchas de ella tienen una casa de madera o de material de cuatro metros
de largo. Se vendían de diferentes
maneras: al contado, al contado con gravamen (hipoteca), a plazos sin gravamen
y con gravamen (hipoteca). También había
chacras en arrendamiento. Tenía estación
de ferrocarril en el centro de la
colonia y el tren salía de Buenos Aires
a las ocho de la noche y llegaba al día siguiente, a las doce del día.
Micaela Cascallares se encuentra ubicada a un kilómetro de la ruta
nacional nº 3, al este del río Quequén Salado y al sudoeste de Tres
Arroyos. Allí se establecieron los
primeros inmigrantes holandeses en 1889[11]. “La colonización holandesa de Benjamín del
Castillo fracasó y los inmigrantes se marcharon; algunos camino a Tres
Arroyos, y otros, a emprender nuevas
tareas agrícolas. Numerosos holandeses
se establecieron en San Cayetano, siempre dentro del partido de Tres Arroyos”.[12]
Anteriormente Don Benjamín había obtenido, por ley del 15 de mayo de
1875, la concesión para colonizar Villa
Hernandarias, mandada a erigir por ley del 28 de mayo de 1872, sancionada por
la Legislatura entrerriana en Concepción del Uruguay y promulgada por el
entonces gobernador Leónidas Echagüe. Conformó con don Martín Schaffter la
sociedad Benjamín del Castillo y Cía. Se
firmó un contrato entre la compañía y el gobierno de la provincia. El documento constaba de veinte artículos y
determinaba que el área sería de cuatro leguas cuadradas, “obligándose la empresa a establecer en la Villa y Colonia, cincuenta familias
compuestas cada una de tres miembros o sea 150 personas por cada legua cuadrada
de terreno”[13]. Debían comprometerse a establecer la sexta
parte de ese número en los años subsiguientes, siendo los inmigrantes aptos
para ejercer las tareas agrícolas. La
empresa recibiría en el momento de la firma del contrato 40.000 pesos fuertes
en títulos del crédito público, destinándose el 25% para la edificación de una
iglesia y el 75% para la construcción de edificios públicos, entre ellos una
casa para el Juzgado de Paz[14]. A partir de allí se levantaron los planos
para la construcción de dichos edificios.
En 1875 fue trazada y un año
después comenzó el establecimiento de
colonos, en su mayoría europeos provenientes de Suiza y Alemania[15], a
los que se les facilitaba parcelas de tierra para su explotación que eran
fértiles y regadas por numerosos arroyos.
La colonia estaba ubicada aproximadamente a 60 kilómetros de la ciudad
de Paraná, en la parte más alta sobre
las barrancas del río, y a 75 kilómetros al sur de La Paz. El puerto Hernandarias, por ubicarse en las
márgenes, era el lugar de intercambio de mercaderías y contingente de personas[16].
Del Castillo, durante la gobernación del Dr. Carlos D’Amico fue designado
Intendente Municipal de La Plata.
Contribuyó más tarde para que el
ferrocarril del Sud extendiera sus líneas a Tres Arroyos y respecto a la
Colonia Micaela Cascallares[17] donó
diez hectáreas para la estación, playa de maniobras, galpones, etc. Fue interventor en Corrientes designado por
el presidente Julio A. Roca.
Viudo, en 1892, casó es segundas nupcias con Julia De Lüttichau, con
quien tuvo un hijo llamado Rodolfo.
Benjamín falleció en 1927, a los 86 años.
[1] Bautizada como Jacoba
Eusebia Enriqueta Matilde, el 16 de julio de 1849, por don Domingo Ereño, cura vicario interino de
la Parroquia del Cordón en la Iglesia de San Agustín.
[2] Nacido en Buenos Aires en
1800, hijo del doctor Francisco de Paula
Ramiro (Francisco Ramiro) y de doña
Basilia Eduviges Larrechea Campos. Falleció el 13 de septiembre de 1867, en
Paraná.
[3] El 20 de noviembre de
1819.
[4] Fue designado Venerable
Maestre para el período 1860/61 y en 1867 fue Secretario de la misma. Fueron
miembros de esa logia el poeta José Hernández, el Dr. Miguel Vidal venerable de la catedral de Paraná; el
presidente Derqui y don Justo José de Urquiza.
[5] Ver Alcibíades Lappas,
“Logias masónicas en la ciudad de Paraná”.
[6] Luego de Caseros actúo al
lado de Urquiza de quien fue edecán y hombre de confianza.
[7] En Tres Arroyos, B. del
Castillo estuvo vinculado a los comienzos del Banco Comercial y la Previsión.
Ver Edgar María de la Fuente, Diario La Voz del Pueblo, 5-8-1979.
[8] Micaela Cascallares
(1812-1885) era hija del matrimonio integrado por don Francisco Cascallares y
doña Carmen Chávez Casas, propietarios de una estancia en Lobos. En 1841 casó con el Cnel. Dr. Marcos Paz,
político y militar que participó en la batalla de Caseros, senador por Tucumán
y senador nacional. Ocupó la vicepresidencia durante el mandato de don
Bartolomé Mitre, y lo reemplazó en la primera magistratura durante el período
1865-1868. Durante su función se dictó
la Ley de centros agrícolas que creó varias colonias, entre ellas la denominada
Micaela Cascallares.
[9] Se loteó 380 parcelas de
50 hectáreas cada una.
[10] Revista Echando Raíces. Nº 1 y 2; 1997.
[11] En marzo de ese año el
vapor Leerdam trajo a esos colonos entre los que se encontraba un niño de 10
años, Diego Zijlstra, quien en su libro “Cual ovejas sin pastor” recuerda su
llegada al Hotel de Inmigrantes y de allí su traslado en tren a Tres Arroyos, mientras otros se internaban en Cascallares,
en la llamada Colonia del Castillo.
[12] “Pequeña Holanda” en
diario La Nación, 23-2-2006.
[13] Citado por Cayetano R.
Ripoll en “La provincia de Entre Ríos bajo sus distintos aspectos”.
[14] Una visita a las colonias
de la República Argentina, de Alejo Peyret.
[15] Política de inmigración
en la Argentina 1853-1970, de Vicenzo Misuriello, pag. 69.
[16] Luego la Colonia pasó a
ser propiedad de los doctores Emilio Villarroel y Francisco Ferreira.
[17] Micaela Cascallares es un
pueblo rural que se localiza a 22 Km. de la ciudad de Tres Arroyos, sobre la
traza del ferrocarril y a pocas cuadras
de la ruta nacional nº 3.
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